domingo, 19 de junio de 2011

QUISE

Escribí eso hace un tiempo, pero hoy es un buen día para recuperarlo.


Quise reir, y hacerte sonerir,
que de mi estuvieras orgullosa.
Abrazarte no era cualquier cosa,
pues ello me ayudaba a vivir.

Quise pretender no ver el porvenir,
que tu frágil vuelo de mariposa
no era de pasión por una rosa,
sino de lucha para sobrevivir.

Quise darme cuenta y llegué tarde,
me puse a escuchar mi corazón
y ni siquera me pude despedir.

Quise, por fin, no ser más un cobarde,
ahora siento ya sin caparazón.
Mi amor por ti no se puede medir.

2 comentarios:

xavi dijo...

preciós

Polon dijo...

Que manía tenemos de amar con caparazón y a veces quitárnoslo demasiado tarde...